sábado, 7 de mayo de 2011

NIETO, TIENES UN BIZNIETO


Como ya te anuncié el pasado año Dios, nos ha mandado un ángel. Siete meses de edad tiene, y ya sabe de tu paso por la tierra. No habla ni entiende, sus ojos te miran fijamente todo el tiempo y tiene una sonrisa eterna en su rostro.
Yo he empezado a hablarle de su bisabuelo, con gestos, caras, anécdotas y todas esas travesuras que le hacíamos tú y yo a mis hijas, mientras mamá nos regañaba por detrás.
Cuando mamá y tu paseabais por el parque de María Luisa con Antoñito en el carrito, si, el día que se le perdió el zapatito. ¿Pensabais que de esa unión, nacerían cinco hijos y de esos hijos algún día saldrían nietos? Claro que sí, que tontería, os casasteis para tener hijos y los hijos más hijos y así sucesivamente.
Pero yo me refiero a otra cosa. Cuando hablo de que mi nieto, tu biznieto no me entiende. Hablo de ese lenguaje, ese subtexto, que se lee en la forma de hacer, en lo que me transmitías, sin hablar. En esa cruz invisible, que llevas en la vida, que invisible y ligera es en la niñez y terriblemente pesada y presente cuando van pasando los años y ayudar a los demás en que no sea tan pesada esa carga. En la forma de cogerla, en la fe que pongas y en la que repartas, ahí está la grandeza, cual labrador repartiendo semillas.
Eso es lo que quiero que perciba tu biznieto Aaron, espero estar a tu altura.
Por cierto, tu biznieto fue bautizado el 26 de Diciembre en Sevilla, por deseo expreso de tu nieta Paola y su marido Pablo
Te quiero Antonio Nieto, papa.

Joaquín Vidal
Mayo 2011