martes, 17 de diciembre de 2013

La vuelta al mundo


Peregrino de caminos, veredas, arroyos y prados verdes. Cientos de pares de zapatillas arropadas con el polvo del camino descansan en mi desván, millones de palabras almacenadas en mi corazón, ininteligibles, de cientos de lenguas. Miradas, lágrimas, roces, gestos ejecutados, ampollas en las manos y pies. Desesperanza, alegría, tristeza por dejar  amigos y caminos detrás, también por no explorar más allá,  más y más curiosidad por descubrir, saber.

Amores, comprendidos. Tranquilos, los menos. Locos, incomprensibles, llenos de risas, carentes de relojes, donde el tiempo sestea como en una larga tarde de verano los más deseados, pero no encontrados. Diferentes acentos, por esos mundos, entendimiento con una mirada que como fuertes cadenas  derriban muros y barreras y enlazan almas.

Vivir aquí y allá sin sentirme de ningún sitio, con túnica, vestidos, pantalón o falda, creer en esto o aquello, qué más da. Vivir con el rostro al aire, sentir el tibio calor del sol cada mañana, ese es mi sueño, dar la vuelta al mundo.

 

 

Joaquín Vidal

16/12/2013