lunes, 6 de junio de 2011

BAJO PALIO

Hola amigos. Estoy de vuelta en casa con las 11 paletillas. No penséis que ha sido por gusto, no. Esta mañana he salido muy temprano de casa, cargado con un gran saco lleno de paletillas. Me dirigí a un populoso barrio en el extrarradio de Sevilla, me vais a permitir que obvie el nombre.
Pues bien, la mañana era calurosa a pesar de la hora. Me dirigí directamente a la parroquia del barrio y al cruzar la calle, vi a lo lejos un salto atrás en el tiempo, una imagen traída de los años 70.
Un grupo de mujeres avanzaban con un velo en la cabeza, precedidas de un sacristán con una gran cruz horizontal, flanqueado por dos monaguillos con los incensarios. Detrás un grupo de hombres, cargaban con un palio, bajo el que iba D. Cristóbal, el párroco al que iba a ofrecer mi cargamento. Detrás, una banda de música, entonaba himnos religiosos.
No podía creer lo que veía, en el siglo XXI, en un barrio de Sevilla, seguía existiendo ese ritual, que yo lo tenía asociado a las mañanas del Corpus de mi niñez.
Pero ahí no acaba todo, seguí a prudente distancia ala comitiva que se dirigió a un domicilio, del barrio. En la puerta catorce o quince personas esperaban con gesto serio. Yo sudando por la caminata y el esfuerzo de la carga, me situé debajo de un naranjo. Estaba extasiado con la estampa y quería interrogar a D. Cristóbal. Quería saber quién era ese personaje. Porque la Santa Iglesia, enviaba esta comitiva.
Estuve aproximadamente unos cuarenta y cinco minutos escuchando a ratos a la banda. Pasado ese tiempo, salió D. Cristóbal, bendijo a los allí presentes, despidió el palio y se fue caminando en dirección contraria. Me apresuré todo lo que pude, -Don Cristobal, D. Cristóbal, lo llame a gritos-, el se volvió, -Joaquín, ¿qué haces por aquí?, me dijo alargando la mano para que se la besara-. Don Cristóbal, he venido a traerle una cosa, pero no sabía que en Sevilla…. – ¿que en Sevilla, seguían existiendo estas cosas?-, D. Cristóbal, más que eso, -¿Quién era esa persona, a la que Vd. ha visitado, un alto jerarca venido a menos?.
Vamos a tomar un café y te cuento, tengo tiempo antes de la misa de una, y por cierto, ¿que llevas en ese saco? – D. Cristóbal, cuénteme y después hablamos de mi cargamento, le dije yo-.
Bien hijo mío, en esa casa vive Benito, alias el Vizconde. Su padre fué un viejo amigo, estuvo durante años de portero en el glorioso Estadio del Real Betis Balompie,Benito Villamarin, nombre que lleva en honor a su presidente.
Pues bien, este hombre, quiso ponerle a su primogénito, Benito . Joaquin, en esa casa, ha ocurrido una desgracia muy grande, desgracia que no puedo contarte ahora. El padre de Benito, estuvo conmigo en los gloriosos días del alzamiento nacional, en Sevilla, codo con codo, limpiando la ciudad de rojos. – Pero D. Cristóbal, le dije yo, ¿ya empezamos con las batallitas? – Calla, coño, que sigo, me dijo, saboreando su café, aliñado con buen trago de Cazalla.
Yo he cumplido con un amigo, a su familia, se le avecinan horas muy difíciles. Su hijo, en compañía del “Cuneta” y ese diablo de “Rodrigo”, han cruzado esa línea invisible, que toda persona honrada debe respetar, te digo más, en la puerta entre el gentío, dos putas, si, si, como te lo digo dos putones, mirandome descaradamente. En ese momento, si no hubiera ido bajo palio, saco la pistola y pongo orden en esa casa, me dijo con la cara roja por la ira.
Bueno Joaquín, tengo que irme, No te acerque por aquí, no es buen momento y…. en un par de meses, sabrás el desenlace de lo que he venido a hacer aquí. Es algo gordo muy gordo, en el que está implicado medio barrio y que atenta directamente contra un Imperio, no te digo más. – Por cierto, ¿qué me has traído?- me dijo mientras se arremangaba la capa y se calaba el sombrero. –Nada, nada D. Cristóbal, un encargo mío, para otra persona, le dije- mientras le besaba la mano.
Mientras se alejaba, intrigado y con mi saco al hombro decidí, volver sobre mis pasos y esperar en mi casa comiendo jamón el desenlace de esta historia , que me acababa de contar don Cristóbal.


Joaquín Vidal 5-6-2011