domingo, 13 de enero de 2013

Cual es tu sueño

Cuando nos despedimos en la estación de Atocha al bajar del AVE, el beso fugaz que nos dimos en la mejilla, no fue una continuación de tu miedo a soñar. No querías hablar de tus sueños, ni siquiera, aunque solo fuera uno, celosamente lo guardabas para ti.

Lo que yo te pedía era solo un poco de tus silencios, risas, llantos, corazón, de tu vida digital, terrenal, solo unos segundos, para que al llegar a la estación, en ese momento, días o años después, recordaras un sueño que tuviste en un vagón de tren.

Joaquín Vidal
Enero 2013

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