domingo, 10 de enero de 2010

El queso

El Queso

Te voy a contar una pequeña fábula.
El coche corría a toda velocidad por la carretera, que unía Cádiz con Sevilla.
Lamentaba el cambio de zona, que la empresa me había asignado. Me preguntaba ¿por qué? Llevaba seis años en Málaga, vivía cómodamente, y hacia dos meses, me cambiaron a Cádiz, que mala suerte tengo, pensé.
Hoy sé, que tenia que haber aceptado el cambio con ilusión y trabajar con ahínco. Y lo mas importante, no descuidar a mi familia.
Pasaron once terribles meses, solo sabía lamentarme y maldecir mi suerte, mientras mi vida familiar se desmoronaba, ¡! no era justo, que me cambiaran de zona, no era justo que se hubieran llevado “el queso”!!
Pero, en Enero de este año, perdí mi miedo, decidí ir en busca del queso. Al principio, con cierto miedo, según avanzaron los meses, me iba encontrando mejor. ¡OH, desgracia!!, en medio de mi búsqueda, mi compañera me abandono.
Volvían a “cambiarlo” Me senté desesperadamente en medio del laberinto, es demasiado, pensé. Dos meses estuve sentado.
Después empecé a recuperar mis fuerzas y empecé a adaptarme al doble cambio. Hoy, tengo que confesarlo, me siento feliz, cuidando mi queso, mirándolo para ver si hay pequeños cambios, si enmohece y la próxima vez, estar mejor preparado.
Es verdad, que a veces tengo algo de miedo, pero pienso que eso forma parte del cambio. Mi verdadera aceptación del cambio, empezó en enero, hoy estoy preparado, para todos los cambios.
Solo me queda deciros una cosa a las personas que me rodean. Vigilad vuestro queso, y no tengáis miedo a los cambios, forman parte de nuestra vida.
Joaquín Vidal

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